¿Puedo subir a un taxi con mi mascota si es una urgencia?

El derecho de admisión en espacios públicos como puede ser una librería o un restaurante queda reservado a los dueños de los mismos y en el mismo se incluye admitir o no animales en ellos. De igual manera, en un taxi la última palabra va a ser la del conductor. Pero, ¿qué sucede si existe una urgencia veterinaria por la noche y el dueño del animal no tiene coche? Por suerte, existen taxis que aceptan mascotas sin ningún tipo de problemas.

¿Cómo debe viajar una mascota en un taxi?

Las objeciones que pueden llegar a poner los taxistas para que en sus vehículos no suban animales son muy variadas. Una de las más repetidas es el tamaño de la mascota. Es que en principio, encontrar transporte puede parecer más fácil si se trata de un perro pequeño que de uno de tamaño más grande. La presunta falta de higiene de los animales y las supuestas alergias son otros de los argumentos más habituales para negar el acceso de estos a un taxi.

Pero como ya hemos dicho, hay taxis que sí que aceptan mascotas, máxime cuando se trata de una urgencia. En este caso, lo primero es la seguridad del animal y para ello el taxi tiene que contar con las mismas medidas de prevención que un coche particular. Esto implica que el animal no debe de viajar suelto ni tampoco en el asiento delantero. Tiene que hacerlo en los traseros y atado por un arnés al anclaje del cinturón de seguridad o en un transportín. Aunque los conductores de taxis habitualmente prefieren la primera opción.